1 de mayo, sin trabajo!!!!!

Editorial EL UNIVERSAL
01 de mayo de 2009

Por ahora es imposible predecir el daño a la salud que causará la epidemia de influenza. Lo peor pudo haber pasado ya, o podríamos ver en unos meses un virus más agresivo. Debido a esa incertidumbre es que resulta importante equilibrar precaución con el mantenimiento de nuestra vida cotidiana. Es probable que guarecernos demasiado ahonde más la crisis económica que ya nos arrastraba antes de llegar esta emergencia.

Otros fenómenos naturales como el huracán Wilma al suroeste mexicano en 2003 o el sismo de 1985 en la ciudad de México perjudicaron la estructura económica del país, pero ahora el fondo es distinto. Trabajadores, pequeños y medianos negocios, todo el sector turismo, la industria de los alimentos, sobre todo porcina, entre muchos otros, serán los grandes perdedores.


Según la encuesta que publica hoy EL UNIVERSAL 25% de la población declara que las medidas de contingencia para prevenir el contagio han afectado sus ingresos. Eso, sin contar que la encuesta se realizó antes de la suspensión de actividades decretada el miércoles por el gobierno federal en los sectores público y privado.


La salud es lo primero y frente a la posibilidad de más muertes la economía es secundaria. Sin embargo, también hay que pensar en el día siguiente. ¿Quién le va a pagar salarios no cobrados a los trabajadores? ¿Cómo reactivar los centros turísticos vacíos de visitantes nacionales y extranjeros? ¿Quién va a relanzar la industria porcina? ¿Quién a los empresarios pequeños y medianos que viven al día? El gobierno federal debe armar desde ya un plan emergente para resarcir parte del quebranto.


Desde luego, los actores políticos y sociales involucrados tendrán que ser sensibles a la situación. Es indispensable que sindicatos, empresarios, legisladores y gobernadores sean conscientes que para salir de problemas extraordinarios todos deben aceptar sacrificios. Por lo pronto, lastimoso día del trabajo el que festejamos hoy.